Resumiendo

En Barcelona pasó de todo: Joaquín se dejó la voz en el primer chou y tuvo que recurrir al médico del Auditori para poder hacer el segundo. Yo me dejé la voz en el segundo chou y tuve que recurrir a Jimena para poder hacer el tercero. Olga y yo regresamos a Madrid con un hilillo de voz y Joaquín parece que se recuperó.
No es extraño que estemos así dada la frenética variedad de temperaturas de las ciudades a las que vamos, más las calefacciones y aires acondicionados de aviones, furgonetas, hoteles, salas de concierto, pabellones de deporte, etc...
En Valladolid actuamos en un pabellón que tenía puesta la calefacción debido al intenso frío que hacía en la calle y eso hacía que los camerinos fueran un auténtico horno de irrespirable aire caliente. Es de agradecer que el público estuviera tan entregado pues eso ayudó a que me olvidara un poco del sonido que tenía en el escenario. Lo pasé bien porque el público hizo que lo pasáramos bien pero lo pasé mal porque me oía mal.
Llevamos practicamente el mismo repertorio en todas las actuaciones hasta que llegan los bises: ahí Joaquín se dispara y lo cambia todo excepto el cierre que siempre es "Noches de boda-Y nos dieron las diez". En las primeras actuaciones de Roquetas hicimos "Ganas de..." pero fue rápidamente sustituida por "Conductores suicidas". En las últimas actuaciones no hemos hecho ni la una ni la otra pero venimos tocando "La del pirata cojo" y una frenética y mágica "Princesa". Joaquín, antes de subir a hacer los bises y mientras la gente grita y pide otra, me dice cuáles vamos a hacer y yo se lo cuento al resto de la banda, a los de sonido, a los de luces, a los técnicos de back line, al stage manager, a todo el mundo que anda por ahí cerca para que lo preparen todo. No se lo cuento también al conductor de la furgo porque no suele estar merodeando el escenario que si no se lo contaría.
En Logroño lo pasamos muy bien. Ha sido la única actuación en la que he visto desde mi sitio alguna butaca vacía en la platea. El cambio de fecha fue una putadita pero se debió a causa de fuerza mayor. Allí nos encontramos a un público muy atento y menos juerguista pero igual de caliente.
Fue una delicia pasar un par de días en Palma. La verdad es que cuando tocas más de un día en un sitio se nota: el segundo día ya juegas en casa, conoces los vericuetos de la sala, tienes una idea de cómo va a ser el público y en Palma se notó: hicimos un muy buen primer día y un todavía mejor segundo día. A todo esto conviene recordar el cariño de Joaquín por la isla y la ciudad donde hizo la mili.
Zaragoza todavía es más nuestra casa: creo que mi segunda o tercera actuación con Joaquín allá por 1982 fue en el teatro Principal y me parece que estábamos hospedados en el Hotel Maza. Además vinieron a vernos el otro día tres amigos de "Al filo de lo imposible" lo cual hizo que pasáramos un rato agradable después del chou, pero antes de la actuación empecé a resfriarme y se me fue la poca voz que tengo a la mierda! así que he pasado Zaragoza y las tres Barcelonas con tremendos problemas de voz.
A pesar de eso sigo pensando que el examen de Barcelona lo pasamos con nota muy alta y desde mi punto de vista el segundo día en Barcelona hicimos el mejor chou de los 11 que llevamos hasta ahora. Ya sé que yo estaba medio jodido y Joaquín jodido entero: cuando todo se conjura y hay magia a borbotones da igual el estado físico de cada uno porque el público te lleva en volandas.
Resumiendo, los tres chous de Barcelona nos han dejado muy jodidos pero muy contentos, eufóricos!
Según escribo esto vamos camino de Valencia preguntándonos unos a otros por la salud "¿y tú qué tal estás?"..."pues yo fatal, ¿y tú?"...pero el caso es que llevamos todos una sonrisa de oreja a oreja.