El tío Sebas
Yo le llamo el tío Sebas.
Se trata del grandísimo Sebastián Alvaro, director desde hace muchísimos años del programa más hermoso que ha surgido de la televisión en España: Al Filo de lo Imposible. Desde hace muchos años admiraba a Sebas, al tío Sebas, y gracias a la gente del Carrusel Deportivo de la SER (en especial a Juanma Castaño) logré conocerle. No paré hasta que me lo presentaron. No se puede ser mejor persona que el tío Sebas. No se puede ser más generoso, más solidario: es una ONG andante!
Lleva la vida que a mí me hubiera gustado llevar: ha pisado las montañas más altas y más hermosas de la tierra. Incluso llegó a invitarme a una expedición al Nanga Parbat, un ochomil del Himalaya. Así como suena. ¡Me invitó! Yo, de puro miedo y por la gira Top Manta no pude ir, pero él me invitó!
El tío Sebas me quiere. Y me quiere de una forma que me emociona. Yo le adoro, que conste. Sebas tiene un blog, una página en la que habla de cosas importantes y de repente se descuelga y habla de mí un poquito. Con un cariño tan grande que no puedo entrar en su página y leer el artículo sin que se me caigan un par de lagrimones. Lo encontraréis en www.sebastianalvaro.com y es el artículo correspondiente al 30 de diciembre del año ya pasado, maldito 2007.
Que esta persona hable de mí, que se acuerde de mí, que piense en mí, es una de las cosas más hermosas que ha conseguido la música en mi vida. La música y la montaña nos unieron: él es un enorme sabinero y yo un frustrado himalayista. Pero nos queremos y me llena de orgullo ser su amigo.
En mi blog he hablado varias veces de él, ha salido en más de una ocasión, pero le debía un articulito sólo para él.
Y me quedo corto. Todos los continentes, todas las montañas, todos los desiertos le quieren y le respetan porque nadie nunca ha tratado y ha sabido tratar mejor a la naturaleza. Y a las personas. Sé lo que digo.
Querido tío Sebas, conmigo vas, mi corazón te lleva.
Se trata del grandísimo Sebastián Alvaro, director desde hace muchísimos años del programa más hermoso que ha surgido de la televisión en España: Al Filo de lo Imposible. Desde hace muchos años admiraba a Sebas, al tío Sebas, y gracias a la gente del Carrusel Deportivo de la SER (en especial a Juanma Castaño) logré conocerle. No paré hasta que me lo presentaron. No se puede ser mejor persona que el tío Sebas. No se puede ser más generoso, más solidario: es una ONG andante!
Lleva la vida que a mí me hubiera gustado llevar: ha pisado las montañas más altas y más hermosas de la tierra. Incluso llegó a invitarme a una expedición al Nanga Parbat, un ochomil del Himalaya. Así como suena. ¡Me invitó! Yo, de puro miedo y por la gira Top Manta no pude ir, pero él me invitó!
El tío Sebas me quiere. Y me quiere de una forma que me emociona. Yo le adoro, que conste. Sebas tiene un blog, una página en la que habla de cosas importantes y de repente se descuelga y habla de mí un poquito. Con un cariño tan grande que no puedo entrar en su página y leer el artículo sin que se me caigan un par de lagrimones. Lo encontraréis en www.sebastianalvaro.com y es el artículo correspondiente al 30 de diciembre del año ya pasado, maldito 2007.
Que esta persona hable de mí, que se acuerde de mí, que piense en mí, es una de las cosas más hermosas que ha conseguido la música en mi vida. La música y la montaña nos unieron: él es un enorme sabinero y yo un frustrado himalayista. Pero nos queremos y me llena de orgullo ser su amigo.
En mi blog he hablado varias veces de él, ha salido en más de una ocasión, pero le debía un articulito sólo para él.
Y me quedo corto. Todos los continentes, todas las montañas, todos los desiertos le quieren y le respetan porque nadie nunca ha tratado y ha sabido tratar mejor a la naturaleza. Y a las personas. Sé lo que digo.
Querido tío Sebas, conmigo vas, mi corazón te lleva.