Galicia

Qué maravilla la minigira gallega........qué bien ha salido todo, empezando por el viaje ya que vinieron hijas de músicos e hijas de jefe con nosotros y fue un viaje divertidísimo.
Bueno, los 600 kilómetros que nos metimos entre pecho y espalda el primer día fue lo peor, llegamos a Coruña cansadísimos pero felices de alojarnos en el Hotel María Pita, ese que está sobre la playa del Orzán y que tiene vistas a toda la bahía con la playa de Riazor al fondo...vaya hotel, vaya vistas, qué ciudad señores, qué pedazo de ciudad...
En la prueba de sonido hicimos el primer ensayo de "Ruido", una de las canciones que se van a incorporar al nuevo repertorio de agosto y septiembre.
El local donde actuábamos era el Coliseo o Coliseum coruñés, una especie de plaza de toros cubierta y con los asientos de colorines tipo parchís. Un mosaico cuando lo ves sin público.
Fue una actuación apoteósica, un chou espectacular en esa especie de olla a presión que es el coliseo de A Coruña. Nos pegamos una buena sudada a pesar de que ya he desistido del mono butanero y voy con mis bermudillas enseñando las piernillas y mi gorrito tipo fez. Ese día me puse una camiseta de "stereotipos", grupo coruñés amigo.
Las canciones nuevas que vayamos incorporando las iremos rodando durante el mes de agosto para que estén listas en septiembre que es el examen final en Las Ventas del Espíritu Santo.
Había no menos de doce mil personas.....12.000!!!!!!!!!!!!!! sí, he dicho doce mil. Qué barbaridad, qué nivelazo y más teniendo en cuenta que estuvimos hace unos meses y también llenamos el auditorio.
Estuvo el mejor poeta español vivo, según Joaquín: Angel González. Angel estaba en Gijón y se "acercó" a vernos a Coruña porque a Joaquín y a él les unen lazos cada día más amistosos.
Fue un día de reencuentros ya que tuve la oportunidad de ver a mi familia coruñesa a la que hacía tiempo que no veía y el hecho de volvernos a ver me dejó tocado emocionalmente hasta el día de hoy, incluso. Los cariños son los cariños, qué cojones!
Al día siguiente relax, comilona con hijas, con poetas, con jefes, con parejas, con compañeros, excelente marisco y excelente vino. Incluso un bañito en Riazor por la bonanza del tiempo. Hasta en eso nos trata bien Galicia!
Al día siguiente del día de descanso, viaje cortito a Vigo, buen paisaje, buen rollazo y otra vez buena comida. Esta vez me voy yo con la muchachada a comer mientras mis compañeros se dispersan por la ciudad por diferentes compromisos.
El sitio donde tocábamos en Vigo es difícil de explicar pero lo voy a intentar: Está dentro del puerto. Debe ser uno de los muelles que está acotado. Tienes mar a los lados y mar enfrente. Según estás en el escenario tienes a la izquierda el Atlántico, a la derecha el puerto y de hecho, mientras tocas, ves los barquitos entrar y salir del puerto. Maravilloso!!! impresionante!
Luego intentaré dejar un par de foticos del marco incomparable del recinto vigués y otra de Coruña que también esté a la altura.
Joaquín ha salido tan eufórico y tan contento de estas dos actuaciones que va caminando un metro por encima del suelo. Está en uno de los mejores momentos de su carrera y de su vida. Todo va bien, todo funciona, estamos en carretera y mucha gente va a vernos. ¿Qué más se puede pedir?
En Vigo también estuvimos ensayando durante la prueba de sonido una canción de las que añadiremos al repertorio pero ya no voy a decir más porque si cuento todo pierde la gracia.
Mi jefe y amigo está cantando mejor que nunca aunque el otro día tuvo un pequeño problema con los pinganillos en Vigo y tuvimos unos minutos de incertidumbre.
Realmente ha sido uno de los viajes más bonitos que he hecho ultimamente por la compañía, por la familia, por los amigos, por los compañeros, por la música, por el mar, por el público, por el paisaje, por la comida y porque, además de todo eso, pagan.
Ojalá tuviéramos varios viajes a Galicia a lo largo del año. Joaquín ya me comentó durante el anterior viaje que hicimos a Coruña que sería a ese hotel al que nos escaparemos cuando tengamos que hacer las canciones del próximo disco que, por cierto, ya tiene nombre.
Gracias Coruña, gracias Vigo, estamos deseando que nos volváis a llamar. Iremos inmediatamente!