Tuxtla Gutiérrez

Se acabó el sueño mexicano, aunque dentro de 25 días volveremos a vernos en Monterrey y Guadalajara.
Qué lujo de gira, poder conocer tantos sitios, volver a lugares que ya conocíamos y poder encontrarnos con gente nueva que se engancha al carro de una canción cantada por Joaquín.
Dejamos México con la sensación de llevar aquí tres meses y apenas han pasado dos semanas. Muchas emociones y mucho viajecito entre pecho y espalda.
Chiapas me abruma, reconozco que es una tierra que me emociona profundamente. La mezcla de pobreza, humildad y generosidad de la gente es pasmosa. Amables, educados, no tengo palabras para definir a los habitantes del estado más pobre pero más orgulloso de México.
Cuando vinimos hace unos años nos encontramos un estado tomado por el ejército y casi casi en pie de guerra. Ahora siguen en guerra pero la presencia del ejército es menos notable...y se agradece. Hablo del ejército armado, alimentado y autorizado, no del ejército zapatista.
A Joaquín y a mí nos hubiera encantado vernos con Marcos pero no es nada fácil y es totalmente comprensible. Yo reconozco que le sigo admirando y , por qué no, le sigo queriendo. Es un buen hombre y lo mínimo que se puede decir de él es que ha puesto a Chiapas en el mapa mundi. Los zapatistas han paseado por todo el mundo el nombre del estado de Chiapas, con capital en Tuxtla Gutiérrez (por cierto, imposible rimar Tuxtla en castellano).
Nuestra última actuación por el momento en México fue en Tuxtla Gutiérrez.
Tuvimos que pasar una noche en San Cristóbal de las Casas por falta de espacio hotelero y fue una gozada para todos.
San Cristóbal es una de esas tres ciudades que yo recomendaba fervientemente visitar. Aunque ultimamente se la ha comido el turismo, demasiado turística para mi gusto. Mucho gringo, mucho gachupín, mucho europeo, mucha internés.
Perdón por todo lo que me enrollo pero son tantas cosas las que nos pasan que se me va la olla y empiezo a largar sin medida.
El chou de Tuxtla fue muy bueno pero un poco raro. Fue en un auditorio llamado Poliforo o algo así. Podrían entrar unas cinco mil personas y estaba lleno excepto unas poquitas localidades del gallinero.
Joaquín hizo una dedicatoria preciosa. Primero nombró muy sutilmente y de forma muy hermosa al sup Marcos y luego hizo lo mismo con su amigo (nuestro amigo) Pablo Salazar, gobernador saliente del estado de Chiapas.
Podría pensarse que el sucomandante insurgente Marcos y el gobernador del estado donde se desarrolla esta "guerra", Pablo Salazar, son enemigos. Pues no. Son dos personas bastante sensatas con más cosas en común que en contra. Eso dice bastante en favor de los dos. Veremos a partir de ahora que tal se las gasta el gobernador entrante, que por cierto se llama Sabines!
El público consistía en una masa (sentadita) sonriente y al borde del orgasmo. Un orgasmo tranquilo y sin aspavientos pero orgasmo al fin y al cabo. Creo que no se levantaron en todo el concierto pero las ovaciones y los cánticos eran de escámdalo. Al principio hubo unos doscientos o trescientos fotógrafos con sus teléfonos móviles y sus camaritas al borde del escenario haciendo fotos y los de seguridad estuvieron estupendos, nada bordes y bastante permisivos, cosa que se agradece. Incluso subieron a una niña preciosa y encantadora de unos ocho añitos a que le diera a Joaquín un mensajito y, ya que estaba allí, la senté en la banqueta de Joaquín y allí se quedó esa preciosidad oyendo "Princesa" totalmente embelesada.
Juro por lo más sagrado que antes de ponerme la sotana cucaracheada la sacudí bien sacudida e incluso la tiré al suelo y bailé un zapateado sobre ella por si la ilustre inquilina le había tomado el gusto a tan siniestra prenda y había decidido quedarse a vivir allí.
El repertorio fue el habitual ultimamente, con "Por el bulevar", "Dolor de muelas" y "Camas vacías" y sin "Resumiendo" y "Pie de guerra".
Todo muy bien, muy correcto, Joaquín cantando feliz y nosotros tocando felices en nuestra Chiapas querida.
También diré que Michel, el gran animador de esta gira ya que va como una moto por la vida, cumplía años y le cantamos el "CumpleañosfeliztedeseamosMichelcumpleaaaañoooosfeeeeeliiiiiiiiiz" en los bises.
El público super civilizado y respetuoso, muy muy bien en todos los sentidos.
Al acabar el chou nos esperaba el gobernador y su señora en el hotel para tomarnos unos tequilas y brindar por este sueño del que no quiero despertar.
Mientras escribo esto con papel y lápiz, volamos a Costa Rica con una paliza en el cuerpo de más de doce horas de autobuses, vuelos, aeropuertos, aduanas, maletas, etc etc...pero dado que nos vamos a uno de los países más simpá(ticos)
del mundo mundial, ¿qué más se puede pedir?

"Como si llegaran a buen puerto mis ansias..."

Gracias Chiapas, gracias México.

PinchePanchoGachupín, guitarrista insurgente Varona.

Y dile que la echo de menos.